Mi primer acoso

15:46


Si hay algo que me enferma de la sociedad hoy en día es que algunos hombres se sientan con el poder de intimidarte, creyendo que para ellos es normal o quizás creyendo en su mente enferma que diciendo cosas va a lograr llamar nuestra atención, me enferma que algunos de ellos crean que por como me visto es como me tratas y ya basta, me cansé.

No se trata de ser feminista ni mucho menos creerme el cuento, pero hay que dejar en claro que si me visto como me visto, es porque me gusta a mi, no porque quiera gustarte a ti, porque siento un amor propio no porque quiera ganarme tu amor ni mucho menos tu opinión, así que reservatela.

Desde que tengo uso de razón cada vez que voy caminando por la calle sola y veo más adelante un grupo de hombres, cruzo la calle. Que lata que el "ir caminando sola" sea sinónimo de miedo.

Cuando voy caminando por una calle con una construcción, cruzo para no escuchar nada, aun así algunos se las ingenian para que escuches lo que piensan de ti.

Cuando voy en la micro ruego porque quien se siente a mi lado sea una mujer o si voy en el pasillo y la micro va llena, trato de contorsionarme para  no topar mi brazo con la persona que va parada, que desagrado cuando es un hombre que va parado.

Respeto mucho el metro cuadrado de las personas y me gustaría mucho que ellos respetarán el mío. Cuando voy por la calle y veo gente mayor diciéndole cosas groseras a mujeres que podrían perfectamente ser sus hijas o nietas, me da asco y aun cuando responden un "pero no lo son" eso si que es nauseabundo. 

Obvio que nos gustan que nos piropeen pero de una forma sutil, no grotesca y sobretodo de personas a quien le hemos dado la confianza para hacerlo, créeme que tu opinión acerca de como me veo o que te gustaría hacerme no me importa. 

No por ser mujer, tener pechugas y poto y que los quiera mostrar por la forma en como me visto, significa que quiera llamar tu atención.

Desde chica he tenido mucho poto, muchas pechugas y toda mi vida me he preocupado de tenerlas tapadas, ¿ por qué? no lo sé, esta en nuestra idiosincrasia. 

Siempre ocupo poleras largas para taparme el poto y ocupo una polera bajo la otra  para que no se vea escote. Crecí en una sociedad enferma que me hizo entender que es normal vestirme todos los días tapándome el escote para evitar peligros y hay pruebas que aun una mujer tapándose el escote recibe comentarios acerca de su cuerpo.

Recuerdo perfectamente mi primer acoso y quizás jamás lo conté, quizás mis amigas, primas, mamá y hermana se estén enterando de ese episodio ahora. 

Era chica, venía del colegio en micro y me senté en la última fila pegada a la ventana, para poder ver el mar, la micro iba casi vacía y un hombre de un aspecto muy dudoso estaba sentado en ese mismo asiento, pero al otro lado. Iba pajareando, ni siquiera pendiente de que quizás ese hombre podría ser un peligro. Me acuerdo perfectamente que íbamos subiendo la subida ositos en reñaca y ese hombre que para mi no representaba nada me miraba fijo y no sacaba sus ojos de mi, por lo que, inevitablemente lo mire. Empezó a hacer sonidos extraños, que de niña yo no entendía, que de grande entendí que eran sonidos de placer. En ese momento no entendía nada, sus gestos y sus movimientos, hasta que vi como tocaba su pene afuera de su pantalón, de niña no sabía que estaba haciendo, pero sí sabía que era malo, de grande entendí que ese hombre se estaba masturbando.

No recuerdo que pensé en ese minuto pero si tenía claro que  tenía que salir de ahí, pero no sabía cómo, no sabía si al pararme el tipo me iba a agarrar, no sabía  que hacer, hasta que pesque mi mochila y me senté en el primer asiento al lado del chofer, estaba nerviosa y con ganas de llorar. ¿Por qué? no lo sé.

Era cabra chica, quizás hasta nunca antes había visto un pene, me puse a llorar, me sentía cochina y sobre todo culpable pero, por qué culpabe, fue mi culpa el haberme sentado en la última fila porque hay mas espacio para la mochila y todas las chucherías que uno lleva al colegio, fue quizás mi falda del colegio que estaba "muy corta", hasta la rodilla, como tratando de buscar una excusa para tal situación.

Me sentía culpable por haberme sentado tan atrás y por no estar atenta a mi entorno, ahora ya grande entiendo que no es mi culpa, que tengo el derecho a sentarme donde yo quiera en la micro, que eso no le da el derecho al hombre a hacer ese tipo de cosas.

No miento, hoy en día aun me incomoda cuando hombres se sientan al lado mío, incluso una vez se sentó un tipo muy raro, que me miraba mucho y temí, lo juro, estaba viendo a que asiento cambiarme hasta que me dije basta, el no hará que yo me sienta insegura, que sea yo la que se siente minimizada, yo no estoy haciendo nada malo y por sobre todas las cosas no le haré sentir que tengo miedo, me quedé ahí, escuchando música pensando en que haría si el tipo trataba de hacerme algo, estaba lista para pegarle, me baje de la micro toda tensa lista para atacar.

Otra vez, estaba en urgencias del hospital y un viejo de mierda me miraba con una cara de caliente asquerosa de pies a cabeza, mantenía su mirada en mí mucho tiempo, aun estando con mi papa al lado, sentía que me miraba, pero yo no lo miraba a él porque cada vez que yo miraba el corría la mirada, pero seguía ahí frente a mí, mirándome de pies a cabeza, mojándose los labios con la lengua, le dije a mi papá "hay un viejo mirándome mucho" mi papá miró y me dijo no lo pesques, y no podía no pescarlo, hasta que ahí, frente a él lo mire a los ojos, me quede mucho rato mirándolo a los ojos, con mi mejor cara de pico, mirándolo, haciéndolo sentir incomodo, tal y como el me estaba haciendo sentir, lo mire demasiado, sacando la rabia por los ojos, el también miraba pero ya no con la cara de caliente si no con una cara distina, y le grite: ¿qué mirai? mientras seguía botando fuego por los ojos hasta que logre hacerlo sentir incomodo y que se retirara del lugar, de mi vista y no volver a verlo más.

Así como esas historias hay más, como el tipo que me gritaba cosas sexuales al oído en el trayecto del paradero de la micro a la universidad o como el viejo de donde estaba haciendo la práctica  me dijo que "mi escote" lo desconcentraba, etc.

Después de años de sentirme violentada, temerosa de andar solas por las calles, me dije basta. Entendí que si te dicen un comentario que te hace sentir incómoda pero el resto se ríe, no es que seas tú el problema, son ellos, porque no es normal, entiende hombre, no es normal que vayas por la calle diciendo cosas que nosotras no te hemos pedido, es más, esto aplica a todos los ámbitos de la vida, si nadie te ha pedido tu opinión, no la des.

Entendí que va en mí no darle el poder a ellos de hacer sentirme minimizada, atemorizada y culpable de cosas muy normales, como es ocupar vestidos, leggins o escote.

 Y debo dejar muy en claro que no todos los hombres son iguales, tengo la fortuna de conocer a grandes hombres que valoran a las personas por lo que son esencialmente, por los logros y no por sus cuerpo, a todos ellos un abrazo apretado.

Sé que este tema es bien profundo y después de lo que ha pasado en Chile y en Argentina escribo esto para darles mi consejo.

Yo crecí viendo Disney, creyendo en el príncipe azul y siendo princesa, crecí con temor, con reglas de comportamiento y con culpa.

Que haya crecido viendo Disney no significa que porque fuera una princesa para mi papá tengo que ser una princesa para todo el mundo. Crecí con temor al no poder caminar de noche tranquila, crecí con reglas de comportamiento porque debo ser una señorita y crecí con culpa, porque tenemos tan metido en nuestra cultura que sí a la mujer le pasó algo es porque "quizás que habrá hecho".

Y escribo esto para que todo el mundo pueda leer, porque yo sé que somos varias que han pasado por distintos tipos de acoso, que uno marque más que el otro o deje alguna herida, sigue teniendo la misma relevancia. NO ESTA BIEN, porque esto le puede pasar o quizás ya le pasó a tu mamá, hermana, polola, prima, abuela, hija, nieta, sobrina.

Pero saben qué, logré la tranquilidad al poder enfrentar a estos hombres abusadores, a ellos les encanta saber que tienen el poder, les causa placer que sintamos miedo y yo ya me cansé de sentir miedo, porque no es normal vivir con el, ni mucho menos tranquilo así que, cada vez que un hombre me grita algo, grito de vuelta, cada vez que me mira de una manera que no es apropiada, le grito "que mirai, ¿se te perdió algo?" y que lástima que ahora sea una filosofía de vida que bien me inculcó mi mama a choro, choro y medio. 




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